ESPEJOS
En la antigua Grecia, cuando los bebés nacían, un grupo de personas tenían la tarea de checar a los bebés. La examinación constaba de la detección de defectos o asimetrías. Esta práctica está relacionada con el sistema de control de calidad en las industrias de hoy en días pero aplicado a humanos. Al ver que un bebé contaba con algún detalle lo tiraban del Monte Taigeto ya que no contaban con los requisito para aportar a la sociedad de ese tiempo.
Afortunadamente, tuvimos varias revoluciones que dieron a conocer que los humanos no son cosas sino seres vivientes, que merecemos vivir ya que somos pensantes y con derechos. Más vale tarde que nunca, ¿No?
Sin embargo, no dejamos de calificar o poner métricas a las personas y los ponemos en diferentes nomenclaturas o “grupitos“. Esto nos permite identificarlos y saber cómo debemos de actuar en diferentes situaciones dentro de un espacio y tiempo determinado. Tener varios círculos sociales ayuda a respetar o escuchar nuevas opiniones y ser más empático. No obstante, no quiere decir que estemos 100% de acuerdo con lo que dice/actúa la persona. Formar parte de un círculo social es decir que aportas algo único que mejora a ese grupo, desafortunadamente no todo es así debe existir un tema en común para estar en ese grupo.
Me acordé mucho sobre una nueva película “Licorice Pizza“, es una película que fuimos a ver hace ya tiempo. Esta película está categorizada como drama/comedia/romance básicamente una chick flick (sin hacer menos a otros géneros, gustos etc) que a comparación de otras películas relacionada con este género, pues no se encuentra la belleza estandarizada por la sociedad sino vemos actores que resaltan más por sus actitudes y acciones dentro del filme. “Licorice Pizza“ es parte de esta nueva ola de películas donde se muestra "bellezas raras" y lo veo sano que ha hecho la industria del cine.
Recordando una noche de preguntas profundas en una cabaña, surgió la interrogante sobre la priorización de necesidades en una relación. Estabilidad emocional, seguridad, estabilidad financiera, familia y personalidad fueron lanzadas al aire, provocando risas y evasivas. Quizás no era el momento adecuado.
En mi caso, asignaría porcentajes variables a cada elemento, reconociendo la complejidad de las relaciones humanas. La estabilidad emocional y la personalidad podrían tener un peso significativo, pero la balanza se ajustaría según el contexto y las circunstancias. Después de todo, las etiquetas y porcentajes no definen la complejidad de las conexiones humanas.